lunes, 9 de junio de 2008

Mis películas preferidas. El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi)

El comienzo es simple. Chihiro es una niña caprichosa, de unos diez años de edad. Su familia se está mudando de casa. . Al parecer, el padre se equivoca de camino y van a dar a un callejón sin salida en medio del bosque, justo donde comienza un imponente edificio con aspecto abandonado. Luego de recorrer un largo túnel, salen a una pradera, y de allí a una suerte de parque de atracciones abandonado. A partir de ese momento, lo cotidiano deja paso decidido a lo mágico: sus padres, atraídos por un festín abandonado en un puesto, se convierten en cerdos (literalmente, así). Comienzan a aparecer fantasmas, o lo que parece que son fantasmas: cientos de dioses que se dirigen hacia una especie de balneario regentado por una hechicera malvada. Chihiro consigue salvar su vida, pero a cambio de intentar devolver a sus padres a su forma humana, debe dejar atrás su pereza y sus caprichos, pues se ve obligada a trabajar en ese balneario.

Se trata de una alegoría que refleja una situación común en los tiempos modernos: la frustración que muchos niños (y no sólo los niños) experimentan frente a la monotonía de una vida cotidiana en la que falta fantasía, emoción, aventura... Muchas veces estamos tan protegidos y alejados del mundo real, de enfrentarnos a verdaderos retos, que nos sentimos vacíos e inútiles porque no nos hemos probado a nosotros mismos; no sabemos de lo que realmente seríamos capaces si nos enfrentáramos de repente a un mundo hostil y extraño con reglas trastocadas en las que ya no somos personitas sobreprotegidas, sino que tenemos que salir a la arena y enfrentarnos a nuestros auténticos miedos contando sólo con nuestro cerebro y nuestro corazón. Chihiro lleva a cabo un viaje como éste y tendrá que confiar en su instinto y en su valor.

Usando una muy sólida animación, por momentos deslumbrante y un argumento sumamente imaginativo en donde la acción y el humor están sabiamente dosificados, Hayao Miyazaki logra devolvernos el sentido de la maravilla.

La fantasía, el colorido, las sorpresas y la reflexión están servidos. La trama presenta una complejidad que nos hará pensar mucho.

En resumen: Ver el viaje de Chihiro es un placer para la vista. Se trata de la mejor película de animación japonesa que se ha hecho jamás y la ha hecho precisamente el considerado hoy en día el mejor animador del mundo, Además, una vez que se ha visto, da la impresión de que ni le sobra ni le falta nada.

Obtuvo el Oso de Oro a la mejor película en el Festival de Berlín y el Oscar a la mejor película de animación en el año 2002.

Ficha en Film Affinity
Articulo en Wikipedia

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